
REFERENCIAS Y NUEVAS EXPLORACIONES EN ARTE SONORO
La metáfora del muelle, que hemos visto en los contenidos, nos hace entender cómo funciona el sonido y cómo sus ondas se transforman. Por ese motivo, cuando hablamos de arte sonoro, tenemos que tener presente que, no sólo nos referimos a la manipulación del sonido como material artístico, sino que va más allá, abarcando el campo expandido donde la percepción, la espacialidad y la interacción juegan un papel fundamental. Como sabemos, a lo largo de la historia, numerosos artistas han trabajado con el sonido como un medio plástico, donde se han centrado en explorar sus propiedades físicas, la relación con el entorno y el impacto en la experiencia del propio espectador. En este sentido, podemos encontrar referentes clave que han marcado el desarrollo del arte sonoro y que siguen inspirando nuevas propuestas y experimentaciones.
Escultura Sonora y la Materialidad del Sonido
El binomio escultura y sonido quizás sea una de las líneas de investigación más constante en el arte contemporáneo, y numerosos artistas han explorado y manipulado el sonido más allá de su materialidad. Harry Bertoia, por ejemplo, es un referente fundamental con sus esculturas metálicas que, al ser tocadas o movidas por el viento, crean una rica paleta sonora. De hecho, su serie Sonambient ilustra cómo una pieza escultórica puede ser simultáneamente una experiencia visual y acústica.
En la arquitectura, la estructura sonara y su materialidad también tiene presencia, de hecho, figuras como Bernhard Leitner va más allá de los elementos constructivos y traslada el concepto de escultura sonora al espacio habitable y Sound Spaces explora la capacidad del sonido para influir en la percepción espacial a través de la propia materialidad de la obra, resignificando el concepto de sonido y considerándolo como un elemento de acompañamiento y un material de construcción, al mismo tiempo.
Con estas obras, podemos inspirarnos e imaginar, por ejemplo, un proyecto que combine elementos escultóricos con transductores de sonido, permitiendo que ciertos materiales amplifiquen o filtren frecuencias específicas. Esto daría lugar a una experiencia en la que la vibración del sonido no solo se perciba auditivamente, sino también de manera táctil, similar a la experiencia del Peine del Viento de Eduardo Chillida y Luis Peña Ganchegui en San Sebastián.
El Sonido como Fenómeno de Percepción y Memoria
El arte sonoro no es solo una cuestión de lo que oímos, sino de cómo lo oímos. Esta premisa ha llevado a numerosos artistas a indagar en la relación entre sonido, memoria y espacio, convirtiéndolo en un material plástico con una fuerte carga experiencial.
Uno de los ejemplos más emblemáticos es I Am Sitting in a Room de Alvin Lucier. En esta obra, el artista graba su voz y la reproduce en un mismo espacio una y otra vez, permitiendo que las resonancias naturales del lugar transformen el sonido hasta que el lenguaje desaparece, dejando solo la vibración de la arquitectura. Aquí, el sonido no es solo un medio, sino un agente que desvela la huella acústica de un entorno, borrando la frontera entre la voz y el espacio que la acoge.
Por otra parte, R. Murray Schafer propuso la idea del paisaje sonoro como una herramienta para comprender nuestro entorno. Su trabajo en ecología acústica analiza cómo el sonido moldea nuestra percepción del espacio, desde la naturaleza hasta el paisaje urbano. Su enfoque nos invita a escuchar con atención los entornos cotidianos y a reconsiderar cómo los sonidos que nos rodean influyen en nuestra experiencia del mundo.
A partir de estas ideas, podríamos imaginar una instalación interactiva en la que los visitantes graben fragmentos sonoros de su entorno y los manipulen en tiempo real, generando nuevas formas de escucha y reinterpretación del espacio. También podríamos explorar el uso de micrófonos de contacto para amplificar vibraciones imperceptibles, revelando la sonoridad oculta de los objetos y la arquitectura. Al final, se trata de expandir nuestra manera de percibir el sonido, no solo como un fenómeno auditivo, sino como una experiencia que involucra todo el cuerpo y su relación con el entorno.
Exploraciones con Afinación y Timbre
El timbre y la afinación han sido cuestiones fundamentales en la experimentación sonora, no solo dentro de la música, sino también en la exploración artística del sonido como material. Harry Partch es un ejemplo clave de esta búsqueda: insatisfecho con los sistemas de afinación tradicionales, diseñó su propio universo sonoro, creando instrumentos únicos para interpretar escalas microtonales que escapaban a la rigidez del temperamento occidental.
En una línea más teórica, William Sethares, en Tuning Timbre Spectrum Scale, propuso que la relación entre timbre y afinación es mucho más maleable de lo que la teoría musical clásica ha establecido. Según su planteamiento, los sonidos no tienen por qué ajustarse a escalas preconcebidas, sino que pueden estructurarse en función de sus características espectrales, abriendo así nuevas posibilidades para la creación sonora.
Otro referente es Gamelán Balinés, cuya afinación no responde a un estándar fijo, sino a un juego de batimientos acústicos que generan efectos vibratorios únicos. Este fenómeno, en el que la imperfección calculada se convierte en un recurso expresivo, amplía la percepción del sonido y su impacto sensorial.
A partir de estas ideas, podríamos imaginar un instrumento experimental basado en un sistema de afinación propio, quizás a través de placas metálicas de diferentes grosores y longitudes, cuya resonancia varíe con la interacción del público. Dispuestas en una instalación, estas placas podrían activarse por contacto, permitiendo a los visitantes explorar físicamente las variaciones tonales y la riqueza armónica de los materiales. Este tipo de propuesta no solo reinterpreta la relación entre timbre y afinación, sino que también transforma la experiencia de la escucha en un acto corporal y espacial.
NUEVAS IDEAS PARA EXPLORAR EN ARTE SONORO
Arte Generativo y Sonido
La programación aplicada a la generación sonora en tiempo real abre un amplio abanico de posibilidades dentro del arte generativo. A través del uso de sensores de movimiento, podríamos diseñar una instalación en la que el sonido del entorno se transforme en función de la presencia y el desplazamiento del espectador. Imaginar un espacio donde la proximidad a determinados objetos altere sus resonancias y dinámicas acústicas nos lleva a explorar la relación entre el sonido y la interacción en términos espaciales, convirtiendo la escucha en una experiencia activa.
Sinestesia Sonora y Visual
La correspondencia entre sonido e imagen ha sido un campo de experimentación recurrente en distintas disciplinas artísticas. Desde las técnicas cinemáticas hasta la cimatica, la visualización de las vibraciones sonoras en líquidos o arenas genera patrones visuales en tiempo real, revelando la materialidad del sonido. Esta idea podría concretarse en una instalación donde la frecuencia determine la forma, permitiendo que el espectador vea el sonido y comprenda su comportamiento físico más allá de lo auditivo.
Sonido y Medio Ambiente
El vínculo entre sonido y medio ambiente cobra cada vez más relevancia en el contexto del cambio climático. Los paisajes sonoros naturales han sido alterados por la actividad humana, y una posible propuesta artística podría centrarse en la degradación sonora de los ecosistemas. Imaginar una composición que comience con registros de un entorno intacto y que, progresivamente, se transforme en función de la presencia de los visitantes, haría evidente el impacto de nuestra acción sobre el paisaje sonoro y generaría una experiencia inmersiva de conciencia ecológica.
Interacción Física con el Sonido
El sonido no solo se percibe a través del oído, sino también del cuerpo. A través del uso de superficies resonantes o transductores, podríamos diseñar una instalación en la que las vibraciones del sonido se experimenten táctilmente. Por ejemplo, globos o placas vibrantes podrían amplificar ciertas frecuencias, permitiendo que el espectador sienta físicamente el sonido. De este modo, la obra ampliaría la percepción auditiva hacia una experiencia háptica, transformando el sonido en un fenómeno multisensorial.
Un saludo y nos leemos!