MÓDULO 3. OBJETO SONORO

OBJETO SONORO

Para esta práctica decidí trabajar con un objeto cotidiano que tengo siempre a mano: mi taza térmica Stanley Quencher. Aunque a simple vista no parezca un instrumento, me sorprendió descubrir su potencial como objeto sonoro cuando empecé a activarlo con distintas técnicas y a observar cómo respondía físicamente a la vibración.

Lo primero que hice fue identificar las partes del vaso que podían funcionar como osciladores. El cuerpo principal, al ser metálico y tener una estructura cilíndrica de doble pared, actúa como una especie de campana hueca. Al golpearlo suavemente con los nudillos, genera un sonido bastante claro, con resonancia metálica. También probé a percutir la tapa de plástico y, aunque no tiene tanto cuerpo, responde como una membrana flexible. La pajita y el borde metálico, por su parte, producen sonidos más secos y breves, con tintes agudos.

A partir de ahí empecé a experimentar con distintas formas de activación. Una de las más interesantes fue frotar el borde superior con el dedo ligeramente humedecido, como se hace con las copas de cristal para hacerlas “cantar”. También lo golpeé con una baqueta casera (hecha con un palito) y noté cómo cambiaba el carácter del golpe. Incluso al tamborilear la tapa o la pajita se producían microsonidos distintos, casi como pequeños clics o crujidos. Añadir un poco de agua al interior cambió por completo la respuesta, aportando una resonancia más profunda, casi líquida.

En cuanto a la difusión del sonido, me llamó la atención que, por su estructura de doble pared, gran parte de la vibración se queda contenida. Sin embargo, al apoyar el vaso sobre una superficie como la mesa, noté cómo esta ayudaba a amplificar ciertas frecuencias. Es curioso cómo el material de la superficie (madera, metal, tela…) también altera el resultado.

Al explorar la articulación de las gamas, vi que la cantidad de agua influye directamente en las frecuencias que se generan. A más agua, más grave y apagado se volvía el sonido. También probé a sujetar el vaso por distintas zonas con la mano para ver cómo se bloqueaban o liberaban ciertas vibraciones, y eso modificaba mucho el timbre, como si jugara con los nodos y antinodos.

Por último, aunque no hay resonadores añadidos evidentes, sí observé que el hueco interior actúa como cámara de resonancia cuando el vaso está medio lleno. Este efecto se acentúa si se apoya sobre una superficie resonante. El sonido cambia completamente dependiendo del apoyo y de si el objeto está suspendido o no.

Para ir más allá de la escucha y acercarme a la morfología del sonido, quise visualizar su espectro. Nunca había hecho esto antes, así que fui explorando distintas herramientas que lo hacen posible.

Para ver el espectrograma, pasé el audio a Audacity. Me sorprendió ver cómo el sonido se transforma en una imagen: en el eje horizontal aparece el tiempo, en el vertical la frecuencia (los “graves” abajo y los “agudos” arriba), y el color indica la intensidad (más claro = más fuerte). Esta herramienta es perfecta para captar rápidamente la riqueza tímbrica de un sonido y ver detalles que al oído pueden pasar desapercibidos.

Vaso vacío

 

Vaso lleno

   

 

Os adjunto un vídeo del comportamiento de los sonidos del vaso al golpearlo vacío y lleno de agua. Cada situación genera una respuesta acústica diferente: más seca, más resonante, más “líquida”… y verlo representado visualmente me ayudó a entender mejor la relación entre el material, la forma y el sonido.

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¿Recomiendo hacer esta práctica? Absolutamente. Ver el sonido abre una dimensión nueva en nuestra percepción: te obliga a detenerte, a observar lo invisible, y sobre todo, a escuchar de otra manera. Es una forma de análisis muy poderosa para quienes estamos aprendiendo a pensar el sonido desde el cuerpo y la práctica.

En resumen, esta exploración me hizo redescubrir un objeto cotidiano desde otra perspectiva. Algo tan simple como una taza térmica puede convertirse en un instrumento si le prestamos atención y nos animamos a explorar su sonoridad. Me quedo con la sensación de que, cuando abrimos los oídos y nos damos permiso para jugar, el sonido nos ofrece dimensiones nuevas incluso en lo más cotidiano.

RETO 2. ACTIVIDAD FLASH DE INTERPRETACIÓN

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TÍTULO: Lip Sync

AUTOR: Gloria R. de la Calle Nieto (G de la K)

AÑO: 2025

FORMATO: Vídeo

DURACIÓN: 6’32»


FICHA DE LA OBRA ORIGINAL
TÍTULO Lip Sync
AUTOR Bruce Nauman
AÑO 1969
TÉCNICA Vídeo monocanal
DURACIÓN Aproximadamente 8 minutos
FORMATO Blanco y negro, sonido
SOPORTE Cinta de vídeo
DIMENSIONES Variable según la instalación
UBICACIÓN Diversas colecciones y museos, incluyendo el MoMA (Museo de Arte Moderno de Nueva York)
GÉNERO Performance en video
TEMÁTICA Lenguaje, percepción, sincronización, desajuste entre imagen y sonido
CONTEXTO Videoarte y performance en la posguerra, exploración del cuerpo como medio artístico
DESCRIPCIÓN Nauman repite la frase lip sync mientras la imagen y el sonido se desfasaban, creando una desconexión entre el cuerpo y el lenguaje.
CONCEPTO Explora la percepción del tiempo y la sincronización entre imagen y sonido, cuestionando la relación entre el lenguaje y la identidad.
ENLACES INTERESANTES RELACIONADOS

https://www.moma.org/collection/works/107669

https://www.eai.org/titles/lip-sync

https://www.youtube.com/watch?v=hbT9GGJdKOs

https://lesoeuvres.pinaultcollection.com/en/artwork/lip-sync-0

https://www.vdb.org/titles/lip-sync

https://www.artgallery.nsw.gov.au/collection/works/309.2007/

COMENTARIO

En Este reto he decidiDo reinterpretar Lip Sync de Bruce Nauman porque me parece muy interesante la exploración de la voz y el cuerpo en el espacio audiovisual, y me atrae profundamente la investigación sobre la percepción y la identidad. En mi versión, me grabé con un teléfono Samsung s22 ultra repitiendo una frase similar, permitiendo que la sincronización entre la imagen y el sonido se desfasara gradualmente, generando una sensación de extrañamiento. A diferencia de la obra original, mi grabación fue realizada en formato vertical y a color, lo que introduce una nueva capa de contemporaneidad al contraste con el video en blanco y negro de Nauman, tratando las imágenes y el audio para acercar su formato a la composición original. Como el resultado final se logra en postproducción, evidencia la mediación tecnológica en la construcción de la percepción.

Nauman me interesa porque su trabajo desmantela lo que damos por sentado: la coherencia entre lo que vemos y lo que escuchamos. En esta obra descubrimos que la más mínima alteración en la sincronización afecta profundamente la percepción de la pieza. Al igual que en la obra original, la voz se convierte en una entidad separada del cuerpo, creando una disonancia que desafía nuestra comprensión del tiempo y el espacio y que en un plot twist inesperado cambia del ritmo de la propia repetición de “lip sync” para decir “sincronía” coincidiendo con el movimiento de los labios y comenzar de nuevo en un buble infinito.

En esta exploración, el artículo de The Quietus resultó fundamental para entender el papel del sonido en una performance, ya que analiza cómo la voz puede convertirse en un material plástico, una herramienta que genera presencia y ausencia simultáneamente. En mi versión de Lip Sync, he intentado potenciar esta tensión, jugando con la fragmentación de la identidad a través de la repetición y el desfase y lo inesperado. La voz, al desligarse del cuerpo, se convierte en un eco de sí misma, un vestigio de la presencia en el espacio digital.

Por otro lado, esta experiencia también me ha hecho reconsiderar el concepto de presencia en el arte, en relación con The Artist is Present de Marina Abramović. Mientras Abramović trabaja con la inmovilidad y la conexión directa con el espectador, Nauman y esta versión de su obra abordan la desconexión y la fragmentación. En mi interpretación, el cuerpo sigue presente, pero la voz escapa, creando una sensación de pérdida y extrañeza que cuestiona la estabilidad de la identidad en un mundo donde la comunicación está mediada por pantallas y algoritmos.

Al finalizar la grabación y edición del vídeo, me embriagó una sensación de inquietud porque la versión digital de mí misma ya no me pertenecía del todo. Mi voz estaba atrapada en una repetición desajustada, como si fuera una entidad autónoma que se resistía a ser controlada. A través de esta experiencia, se pone de manifiesto que la obra de Nauman sigue siendo relevante porque nos enfrenta a la fragilidad de nuestra percepción y nos obliga a preguntarnos qué significa realmente estar presente en un mundo cada vez más mediado por la tecnología.

BIBLIOGRAFÍA

Bishop, C. (2012). Artificial Hells: Participatory Art and the Politics of Spectatorship. Verso Books.

Elwes, C. (2005). Video Art: A Guided Tour. I.B. Tauris.

Jones, A. (2011). The Artist is Present: Artistic Re-enactments and the Impossibility of Presence. TDR (1988-), 55(1), 16-45. The MIT Press​.

Lucier, A. (1995). Reflections: Interviews, Scores, Writings, 1965-1994. MusikTexte.

MoMA. (n.d.). Bruce Nauman: Lip Sync (1969). Museum of Modern Art​.

The Quietus. (2013). Coming Twice: Why Do Artists Feel Compelled to Reenact Past Events? The Quietus​.

UbuWeb. (n.d.). Bruce Nauman: Film & Video Archive. Retrieved from https://ubu.com​.

Vidiella Pagès, J. (2022). Fundamentos del performance art. UOC​.

Vidiella Pagès, J. (2022). Introducción a los lenguajes de la performance. UOC​.

Wands, B. (2007). Art of the Digital Age. Thames & Hudson.

MÓDULO 2. NATURALEZA DEL SONIDO

REFERENCIAS Y NUEVAS EXPLORACIONES EN ARTE SONORO

La metáfora del muelle, que hemos visto en los contenidos, nos hace entender cómo funciona el sonido y cómo sus ondas se transforman. Por ese motivo, cuando hablamos de arte sonoro, tenemos que tener presente que, no sólo nos referimos a la manipulación del sonido como material artístico, sino que va más allá, abarcando el campo expandido donde la percepción, la espacialidad y la interacción juegan un papel fundamental. Como sabemos, a lo largo de la historia, numerosos artistas han trabajado con el sonido como un medio plástico, donde se han centrado en explorar sus propiedades físicas, la relación con el entorno y el impacto en la experiencia del propio espectador. En este sentido, podemos encontrar referentes clave que han marcado el desarrollo del arte sonoro y que siguen inspirando nuevas propuestas y experimentaciones.

Escultura Sonora y la Materialidad del Sonido

El binomio escultura y sonido quizás sea una de las líneas de investigación más constante en el arte contemporáneo, y numerosos artistas han explorado y manipulado el sonido más allá de su materialidad. Harry Bertoia, por ejemplo, es un referente fundamental con sus esculturas metálicas que, al ser tocadas o movidas por el viento, crean una rica paleta sonora. De hecho, su serie Sonambient ilustra cómo una pieza escultórica puede ser simultáneamente una experiencia visual y acústica.

En la arquitectura, la estructura sonara y su materialidad también tiene presencia, de hecho, figuras como Bernhard Leitner va más allá de los elementos constructivos y traslada el concepto de escultura sonora al espacio habitable y Sound Spaces explora la capacidad del sonido para influir en la percepción espacial a través de la propia materialidad de la obra, resignificando el concepto de sonido y considerándolo como un elemento de acompañamiento y un material de construcción, al mismo tiempo.

Con estas obras, podemos inspirarnos e imaginar, por ejemplo, un proyecto que combine elementos escultóricos con transductores de sonido, permitiendo que ciertos materiales amplifiquen o filtren frecuencias específicas. Esto daría lugar a una experiencia en la que la vibración del sonido no solo se perciba auditivamente, sino también de manera táctil, similar a la experiencia del Peine del Viento de Eduardo Chillida y Luis Peña Ganchegui en San Sebastián.

El Sonido como Fenómeno de Percepción y Memoria

El arte sonoro no es solo una cuestión de lo que oímos, sino de cómo lo oímos. Esta premisa ha llevado a numerosos artistas a indagar en la relación entre sonido, memoria y espacio, convirtiéndolo en un material plástico con una fuerte carga experiencial.

Uno de los ejemplos más emblemáticos es I Am Sitting in a Room de Alvin Lucier. En esta obra, el artista graba su voz y la reproduce en un mismo espacio una y otra vez, permitiendo que las resonancias naturales del lugar transformen el sonido hasta que el lenguaje desaparece, dejando solo la vibración de la arquitectura. Aquí, el sonido no es solo un medio, sino un agente que desvela la huella acústica de un entorno, borrando la frontera entre la voz y el espacio que la acoge.

Por otra parte, R. Murray Schafer propuso la idea del paisaje sonoro como una herramienta para comprender nuestro entorno. Su trabajo en ecología acústica analiza cómo el sonido moldea nuestra percepción del espacio, desde la naturaleza hasta el paisaje urbano. Su enfoque nos invita a escuchar con atención los entornos cotidianos y a reconsiderar cómo los sonidos que nos rodean influyen en nuestra experiencia del mundo.

A partir de estas ideas, podríamos imaginar una instalación interactiva en la que los visitantes graben fragmentos sonoros de su entorno y los manipulen en tiempo real, generando nuevas formas de escucha y reinterpretación del espacio. También podríamos explorar el uso de micrófonos de contacto para amplificar vibraciones imperceptibles, revelando la sonoridad oculta de los objetos y la arquitectura. Al final, se trata de expandir nuestra manera de percibir el sonido, no solo como un fenómeno auditivo, sino como una experiencia que involucra todo el cuerpo y su relación con el entorno.

Exploraciones con Afinación y Timbre

El timbre y la afinación han sido cuestiones fundamentales en la experimentación sonora, no solo dentro de la música, sino también en la exploración artística del sonido como material. Harry Partch es un ejemplo clave de esta búsqueda: insatisfecho con los sistemas de afinación tradicionales, diseñó su propio universo sonoro, creando instrumentos únicos para interpretar escalas microtonales que escapaban a la rigidez del temperamento occidental.

En una línea más teórica, William Sethares, en Tuning Timbre Spectrum Scale, propuso que la relación entre timbre y afinación es mucho más maleable de lo que la teoría musical clásica ha establecido. Según su planteamiento, los sonidos no tienen por qué ajustarse a escalas preconcebidas, sino que pueden estructurarse en función de sus características espectrales, abriendo así nuevas posibilidades para la creación sonora.

Otro referente es Gamelán Balinés, cuya afinación no responde a un estándar fijo, sino a un juego de batimientos acústicos que generan efectos vibratorios únicos. Este fenómeno, en el que la imperfección calculada se convierte en un recurso expresivo, amplía la percepción del sonido y su impacto sensorial.

A partir de estas ideas, podríamos imaginar un instrumento experimental basado en un sistema de afinación propio, quizás a través de placas metálicas de diferentes grosores y longitudes, cuya resonancia varíe con la interacción del público. Dispuestas en una instalación, estas placas podrían activarse por contacto, permitiendo a los visitantes explorar físicamente las variaciones tonales y la riqueza armónica de los materiales. Este tipo de propuesta no solo reinterpreta la relación entre timbre y afinación, sino que también transforma la experiencia de la escucha en un acto corporal y espacial.

 

NUEVAS IDEAS PARA EXPLORAR EN ARTE SONORO

Arte Generativo y Sonido

La programación aplicada a la generación sonora en tiempo real abre un amplio abanico de posibilidades dentro del arte generativo. A través del uso de sensores de movimiento, podríamos diseñar una instalación en la que el sonido del entorno se transforme en función de la presencia y el desplazamiento del espectador. Imaginar un espacio donde la proximidad a determinados objetos altere sus resonancias y dinámicas acústicas nos lleva a explorar la relación entre el sonido y la interacción en términos espaciales, convirtiendo la escucha en una experiencia activa.

Sinestesia Sonora y Visual

La correspondencia entre sonido e imagen ha sido un campo de experimentación recurrente en distintas disciplinas artísticas. Desde las técnicas cinemáticas hasta la cimatica, la visualización de las vibraciones sonoras en líquidos o arenas genera patrones visuales en tiempo real, revelando la materialidad del sonido. Esta idea podría concretarse en una instalación donde la frecuencia determine la forma, permitiendo que el espectador vea el sonido y comprenda su comportamiento físico más allá de lo auditivo.

Sonido y Medio Ambiente

El vínculo entre sonido y medio ambiente cobra cada vez más relevancia en el contexto del cambio climático. Los paisajes sonoros naturales han sido alterados por la actividad humana, y una posible propuesta artística podría centrarse en la degradación sonora de los ecosistemas. Imaginar una composición que comience con registros de un entorno intacto y que, progresivamente, se transforme en función de la presencia de los visitantes, haría evidente el impacto de nuestra acción sobre el paisaje sonoro y generaría una experiencia inmersiva de conciencia ecológica.

Interacción Física con el Sonido

El sonido no solo se percibe a través del oído, sino también del cuerpo. A través del uso de superficies resonantes o transductores, podríamos diseñar una instalación en la que las vibraciones del sonido se experimenten táctilmente. Por ejemplo, globos o placas vibrantes podrían amplificar ciertas frecuencias, permitiendo que el espectador sienta físicamente el sonido. De este modo, la obra ampliaría la percepción auditiva hacia una experiencia háptica, transformando el sonido en un fenómeno multisensorial.

Un saludo y nos leemos!

 

ACTIVIDAD 1. PRÁCTICAS ARTÍSTICAS COLABORATIVAS: UN PRIMER ACERCAMIENTO

VIDEOPRESENTACIÓN

Hola clase, os dejo mi videopresentación para que nos conozcamos un poquito más. Espero que os guste

PROPUESTA DE DEFINICIÓN DEL CONCEPTO «PRÁCTICAS ARTÍSTICAS COLABORATIVAS»

Para mí, las prácticas artísticas colaborativas son aquellas en las que un grupo de personas trabaja en conjunto en la creación de una obra, ya sea una performance, una instalación o cualquier otra expresión artística. En este tipo de proyectos, no solo importa el resultado final, sino también el proceso de creación en sí mismo, que adquiere valor propio dentro del arte contemporáneo.

Este enfoque rompe con la idea tradicional de autoría individual y apuesta por modelos de creación colectiva, donde la interacción, el diálogo y la co-creación son fundamentales. Más que un producto artístico, lo que se genera es una experiencia compartida que cobra sentido en la relación entre quienes participan.

Además, estas prácticas no se limitan al ámbito artístico, sino que pueden convertirse en herramientas de mediación y transformación social. Muchas de ellas buscan dejar una huella en la comunidad, contribuir al cambio o regenerar el tejido social.

Por otro lado, la diversidad de agentes involucrados enriquece el proceso, fomentando dinámicas participativas que van más allá de lo artístico. Estas intervenciones suelen desarrollarse en espacios públicos, convirtiéndose en un campo clave para explorar nuevas formas de producción cultural y social.

Un saludo.

RETO 1.1 PRESENTACIÓN FLASH

Hola a tod+s, mi nombre es Gloria R. de la Calle Nieto, soy extremeña, de Cáceres, y éste es mi sexto semestre en la UOC. Si todo va bien, el próximo curso finalizaré el Grado en Artes.

Para esta presentación he elegido a la artista Marina Abramović, ya que es una figura clave en el arte contemporáneo y, al mismo tiempo, una artista cuyo impacto llega incluso a quienes no están familiarizados con el arte performativo Su trabajo me interesa especialmente porque interseca entre arte, psicología, educación y feminismo, aspectos que, por otra parte, tienen relación con mi vida personal y profesional. Soy profesora de secundaria en la especialidad de Intervención Sociocomunitaria y mis estudios previos están relacionados con las ciencias de la educación, por lo que su obra muestra un diálogo interesante con mi propio recorrido.

Uno de sus trabajos más conocidos es The Artist Is Present, y me parece de una vigencia absoluta en una sociedad como la nuestra, donde todo es rápido y distante. Esta performance nos recuerda la importancia de detenernos, de conectar con quienes nos rodean y de experimentar las emociones propias y ajenas.

PRESENTACIÓN: PERFORMANCE SELECCIONADA

  • Artista: Marina Abramović
  • Título: The Artist Is Present
  • Año: 2010
  • Tema: La conexión humana, el tiempo y la presencia en el arte
  • Enlace para visualizarla: The Artist Is Present – MoMA

 DESCRIPCIÓN DE LA PERFORMANCE

En The Artist Is Present, llevada a cabo en el MoMA en 2010. Marina Abramović permaneció sentada, inmóvil y en silencio, durante las horas de apertura del museo a lo largo de tres meses y los visitantes podían sentarse frente a ella y sostener su mirada, convirtiéndose en parte de la obra activa de la propia obra. Esta interacción directa y sin palabras se convirtió en el eje central de la performance, explorando el tiempo, la resistencia y la conexión humana sin intermediarios.

MOTIVACIÓN DE LA ELECCIÓN

Más allá de su impacto mediático, esta performance es fascinante por su capacidad de transformar un acto simple en una experiencia emotiva y significativa. A nivel personal, en mi práctica artística, me resulta muy interesante la relación entre la obra y el espectador, y en The Artist Is Present, Abramović lleva este concepto al extremo, eliminando cualquier objeto, palabra o acción y reduce la pieza al encuentro entre dos personas.

Otro aspecto que me resulta muy interesante es el tiempo entendido como material artístico. La duración de la acción, (736 horas), no solo afecta físicamente a la artista, sino que también influye en la experiencia emocional de quienes participan. En una época en la que el tiempo parece escaparse de nuestras manos con los dispositivos móviles, esta performance nos obliga a enfrentarnos a él de una manera distinta.

Además, como sabemos, Abramović es una figura clave en el arte feminista, ya que su trabajo ha desafiado la manera en que se representa el cuerpo femenino en el arte, alejándose de ser mero objeto de contemplación para explorarlo desde la resistencia, la vulnerabilidad y la fuerza.

Desde una perspectiva educativa y psicológica, su obra invita a la introspección y al autoconocimiento. Abramović ha desarrollado el Método Abramović, basado en ejercicios de concentración y presencia, algo que me recuerda a metodologías alternativas en educación y al desarrollo de la inteligencia emocional, presente en las tendencias pedagógicas actuales.

En definitiva, se trata de una artista que rompe barreras, no deja indiferente y que ha creado un legado que sigue desafiando nuestra manera de experimentar el arte y la vida.

ANÁLISIS DEL CUERPO, EL ESPACIO Y LA TEMPORALIDAD

  • Cuerpo: el cuerpo de la artista es el eje central de la obra y su postura inmóvil actúa como símbolo de resistencia y canal de comunicación emocional.
  • Espacio: el museo se transforma en un escenario interactivo, donde el público no solo observa, sino que se convierte en parte activa de la performance.
  • Temporalidad: la obra rompe con la noción tradicional del tiempo en el arte ya que no hay un clímax ni una acción concreta, sino un proceso continuo que exige paciencia y presencia total.

OBJETOS, PÚBLICO Y DOCUMENTACIÓN

  • Objetos: la performance es prácticamente minimalista y sólo encontramos una mesa y dos sillas, eliminando cualquier distracción para centrar la atención en la mirada y la conexión humana.
  • Público: elemento activo de la misma, ya que cada persona aporta una respuesta emocional diferente que va desde al llanto a la risa, pasando por la impasibilidad, lo que hace que la performance funcione como espejo emocional.
  • Documentación: fue registrada en fotos y vídeos, y es parte de la retrospectiva del MoMA, lo que permite que siga generando impacto años después.

 

Un saludo y nos leemos.

MÓDULO 1. ¿ARTE SONORO?. UNA INTERROGACIÓN CRÍTICA

Arte Sonoro: expansión de la escucha y la experiencia estética.

Como sabemos, el arte sonoro se ha consolidado en las últimas décadas como una de las prácticas más flexibles y enigmáticas dentro del panorama artístico contemporáneo. Su creciente presencia en exposiciones y discursos curatoriales evidencia la relevancia que posee en el ámbito del arte actual; sin embargo, sigue siendo un territorio en disputa, definido más por su capacidad de cuestionamiento que por su adscripción a una categoría establecida. Exposiciones como ¿Arte Sonoro? en la Fundació Joan Miró y Audiosfera en el Museo Reina Sofía han generado un debate fructífero sobre los límites, genealogías y posibilidades de esta disciplina, planteando interrogantes fundamentales sobre su naturaleza y alcance.

Más allá del sonido: el problema de la categoría

Desde sus inicios, el término arte sonoro ha sido objeto de discusión. Max Neuhaus, pionero en la instalación sonora, cuestionaba la necesidad de definir esta práctica como una categoría autónoma, comparándola con la posibilidad de crear un «arte del metal» para agrupar toda obra realizada con dicho material. Este cuestionamiento no es meramente terminológico, sino que señala la tensión existente entre las estructuras institucionales del arte contemporáneo y la naturaleza expansiva del sonido.

Lejos de constituir un campo homogéneo, el arte sonoro se sitúa en la intersección entre la música experimental, la instalación, la escultura, la performance y la tecnología digital. Artistas como John Cage, Rolf Julius o Christina Kubisch han demostrado que el sonido no debe entenderse exclusivamente desde una lógica musical, sino también como un fenómeno físico, espacial y conceptual.

Christina Kubisch. Electrical Walks

El sonido como materia y cuerpo

Uno de los aspectos más sugerentes de las exposiciones mencionadas es la manera en que el sonido trasciende la dimensión auditiva para convertirse en una experiencia multisensorial. En ¿Arte Sonoro?, se explora la influencia del sonido en la materialidad del arte, analizando cómo la vibración, la resonancia y la interacción con el espacio transforman la percepción del espectador.

En este sentido, y como vemos, el sonido no solo es un recurso compositivo, sino también un elemento de intervención en el espacio y el cuerpo. La obra de Louise Lawler, que introduce el sonido como un factor disruptivo en el contexto museístico, o los experimentos de Alvin Lucier, centrados en la resonancia arquitectónica, ejemplifican la capacidad del sonido para articular experiencias sensoriales expandidas.

Asimismo, el soundwalk o paseo sonoro, introducido por Neuhaus y desarrollado posteriormente por artistas como Janet Cardiff, constituye una práctica que no solo transforma la percepción del entorno urbano, sino que también invita a repensar la escucha como un acto activo y performativo.

Janet Cardiff. The Forty Part Motet

Nuevas posibilidades en la creación digital y generativa

La evolución tecnológica ha tenido un impacto significativo en la experimentación sonora. Como ejemplo paradigmático, la exposición Audiosfera analiza cómo, desde los años ochenta hasta la actualidad, el desarrollo de herramientas digitales ha ampliado las posibilidades de manipulación sonora, desde la síntesis algorítmica hasta la sonificación de datos.

Desde una perspectiva creativa, este avance plantea cuestiones fundamentales sobre la relación entre sonido, imagen y programación. Artistas como Ryoji Ikeda han desarrollado enfoques en los que los datos numéricos son transformados en experiencias audiovisuales inmersivas, mientras que Alva Noto ha explorado la interacción entre sonido y código mediante estructuras generativas. Estas prácticas evidencian el potencial del arte sonoro en el contexto digital, desdibujando aún más las fronteras entre disciplinas artísticas.

Alva Noto

El arte sonoro como actitud

Como podemos ver, más que una categoría cerrada, el arte sonoro debe entenderse como una actitud, una forma de aproximarse al sonido desde su capacidad para estructurar la experiencia del mundo. Las preguntas planteadas en exposiciones como ¿Arte Sonoro? y Audiosfera no buscan ofrecer respuestas definitivas, sino abrir nuevos caminos para la reflexión en torno a la relación entre arte y sonido.

En este sentido, la clave no reside en encasillar estas prácticas dentro de una definición rígida, sino en asumirlas como una oportunidad para expandir la escucha y explorar nuevas formas de intervención en el entorno. El arte sonoro, lejos de ser una disciplina cerrada, se presenta como un campo en constante transformación, desafiando jerarquías disciplinares y ampliando los límites de la percepción estética.

Un saludo.